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BORGES Y YO O EL OTRO DE BORGES

 

El dios del sueño,

avatares de un universo

que emerge del tiempo.

 

Aquí en esta noche

que nos arroja al vértigo,

a la sombra que nos ilumina.

 

Este tiempo que nos constituye,

este tiempo adulto y apenas púber.

 

Este dios-tiempo que soñamos,

este sueño del dios-tiempo,

este espanto, este río,

este tigre y este fuego

que nos consume,

que nos arroja dramáticamente

a aquél que somos e ignoramos.

 

Este dios que abstracción impele,

este dios inmediato e indeterminado,

este dios que otros roban

y hacen aparecer como “el verdadero”.

 

Este dios ya es nuestro,

y vive en la continuación

de una carne obligada:

insomnio,

pirámide y cubo que borran el cosmos

y erigen el caos.

 

Esta noche de sueños sagrados

donde reconoces el vacío,

donde olvidas tu nombre,

tus juegos, tu sangre.

 

Este dios del sueño

nos crea mientras lo creamos a él.

Nosotros que lo leemos

y lo inventamos.

 

Dios-tiempo que somos nosotros

al filo de la eternidad.

 

En las dos catedrales

oramos y pensamos en su historia.

Incesante espejo que lo atestigua.

 

Biografía que quiere ser olvidada,

laberinto o cotidianidad

que no deja un hijo

y acrecienta la ceguera,

la vejez, aurora de la muerte.

 

Este soy yo,

el soñado por un dios,

el otro que es la fatiga

de este espejo inmóvil,

de esta muerte

que no puede contar

la arena innumerable.

 

Soy el tiempo sucesivo

que sale de lo eterno

para volver allí mismo.

 

Sueño del tiempo

donde están los que somos.

Soy el que no quiere seguir.

Soy el que desea

morir en cuerpo y alma.

 

(In the name of the Father…)

 

 

Fotografía: Lilian Silva

 

 

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