Vigilar el poder, mapear el placer y habitar Medellín

ALGUNOS SUSURROS DEL ÁRBOL INSOMNE

Lo que debas hacer, lo que quieras hacer, hazlo. Que no te frene lo que te digan en el círculo donde te mueves ni en ningún otro círculo: es tu vida y es lo único que tienes. Pero recuerda que hay alguien junto a ti.

 

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La política nos divide y crea las guerras. La religión nos convierte en enemigos y crea las guerras. La economía nos vuelve ajenos e idiotas y crea las guerras. ¿Cuándo seremos aquellos que se rebelan amorosamente?

 

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El camino es lo que vas caminando. Los pensamientos que van surgiendo en él, son flechas que puedes guiar hacia el blanco. Esto es, hacia tu propio interior. Sólo allí está el anhelado tesoro. Y ese tesoro eres tú misma, soledad.

 

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Realmente no importa de qué lugar vengan. Si la puesta en común, si las palabras y su acción, contienen la intención de aclarar un poco las tinieblas, las evidentes tinieblas que rodean al mundo, serán bienvenidas.

 

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Por más que nos resistamos, hay cosas que no podremos cambiar. Pero esto no significa que haya que cruzarse de brazos. El mundo es de quienes luchan día a día por una felicidad posible para sí mismos y todo lo que les es amado. Y tú lo sabes.

 

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Si quieres la libertad, es porque ya la conoces. Si la conoces, es porque ya la has vivido. Si la viviste, aunque sea una sola y única vez, sabes que la podrás vivir de nuevo cuando lo decidas. ¿Para qué tanto alboroto buscando lo que ya te pertenece?

 

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Llegará el momento en que no sea necesario esperar hasta que pase la última sonrisa, ese primer poema que aprendimos en la escuela, aquella señal para quien aún ama algún rostro. Todo se inclinará ante ti. Y sabrás la razón por la que vivías.

 

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La matriz en la que el mundo se ha convertido después de haber puesto la mano en él, trata de dominar nuestros pensamientos y ha creado formas muy atractivas de hacerlo. Por eso, presta atención, hay que estar despiertos. Incluso mientras dormimos.

 

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Piensa bien lo que dirás y actúa con serenidad. Esto no quiere decir, obviar el entusiasmo. Sé un apasionado con lo que amas, sea lo que sea que ames. De allí la posibilidad de que lo hecho sea tan natural como verdadero. Pero no olvides que la prisa sólo te dejará exhausto.

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Nadie es mejor o peor que nadie. Sólo somos diferentes el uno del otro. Alcanzar a comprender esta simple verdad, nos devolverá la serenidad de esa mínima sabiduría con la cual entramos en las habitaciones de la alegría. Así podremos crear algo realmente grande y humano.

 

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Si crees que tienes un problema, tienes un problema. Míralo, no como una dificultad, sino como una posibilidad para crecer. Es la única manera de aprender que las cosas son lo que son y están ahí para mostrarnos que hagamos lo que hagamos, seguirán siendo lo que vienen siendo

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