Vigilar el poder, mapear el placer y habitar Medellín

OCHO POEMAS PARA UNA MADRUGADA DE INSOMNIO

Aprende a escuchar,

permanece atento.

 

Ten paciencia.

 

La poesía habla

en el momento

menos esperado.

 

+++

 

Llegará el momento

en que todos y cada uno

lo hagan.

 

En público o a escondidas.

Pero lo harán.

 

Tú sabes que lo harán.

 

+++

 

Son ocho en total.

 

Siete disparan,

uno cae muerto.

 

Democracia.

 

+++

 

Lanzas tu lanza

para herirme.

 

Y encuentras viva

la herida.

 

¿Cómo podrías herirme,

entonces?

 

Ya lo hiciste

al dejar en ruinas

mi corazón.

 

+++

 

Sólo sabes causar

-con tu belleza inusitada-

miles de infartos

en los corazones desvalidos.

 

¡Yo no lo permitiré!

 

+++

 

Morirás

con las botas puestas.

 

Tú que provocaste

con el sexo,

sin procrear con él.

 

+++

 

La mano actúa,

maneja, manipula.

 

El lenguaje lo permite.

 

Quizá se esté abriendo

la fuga de un error.

 

+++

 

Hoy me levanté

con el pie izquierdo.

 

Ayer con el derecho.

 

Eso no cambia en nada

mi suerte

-un asunto de saber

cómo moverse en la vida-.

 

Pero creo

haber dado otro paso.

 

Imagen: Maurice Escher

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