Vigilar el poder, mapear el placer y habitar Medellín

Un Simple Joven

Había una vez un alma sin cuerpo, a esta le gustaba deambular por el mundo humano, a esta le gustaba ver como los humanos se divertían, le gustaba verlos reír, verlos abrazarse, y verlos estar felices, pero un día ella quiso ir al mundo humano por medio de un joven que se suicidó ella se introdujo en su cuerpo mientras la otra salía, al él meterse en un cuerpo gritó lleno de felicidad “SIIII”. Él vio que ese cuerpo en el que estaba, estaba lastimado, cortado, le costaba respirar, tenía ojeras, etc. Él al darse cuenta que este no era como los cuerpos que él observaba dijo “vaya este cuerpo es bueno pero no era lo que esperaba”. Al día siguiente fue despertado por una señora que decía ser su madre muy temprano para ir a algo llamado “colegio” así que lleno de alegría hizo lo que aquella señora le dijo para ir a conocer más personas en ese lugar. Cuando llegó vio que no era para nada lo que esperaba, lo molestaban, lo insultaban, y vio la actitud tan déspota que tenía el ser humano hacia su propia especie, así que esperó a que terminará esa tortura y fue a su casa muy triste y decepcionado, prendió el televisor y vio las noticias y se dio cuenta aun más de que el mundo era horrible y que su vida era una completa insignificancia y que el mundo castigaba a los buenos y premiaba a los malos. Puesto que él era mucho más antiguo que el cuerpo en el que se metió, él ya sabia cual era el propósito de la vida humana y por eso le gustaba ver como ignoraban ese propósito y la vivían al limite. Él al ver lo hecho mierda que estaba el mundo agarró un cuchillo, se apuñaló en el estomago y con su sangre y su poca fuerza vital que le quedaba en la pared escribió “los humanos son repugnantes” y murió.

AxRivas
Editor de Ciudad – Comuna 15

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