Darle su lugar a las cosas, ir haciendoles sus nidos. andar encunando solo las que desean que uno matè las direcciones, los recuerdos, una que otra situacion inexistente; Y por el otro lado estan aquellas que le piden a uno que muera con el cine casual despacito, como mendigandole aire, a esos seres desamparados igual que nosotros.
Jose Manuel tambien sugiere nombrar el mundo al confesarnos: ” pero al niño ciego le dicen èsta es la lluvia/y èl la acepta en el dorso de la mano/y le dicen èste es el azulejo/y èl pasa suavemente las yemas por el cuello corvo”.
Cuando se esta perdido uno se agarra de lo que ve y define lo que no ve, esta es la nueva forma, agarrarse de lo que no se ve y encunar lo que se ve. Esto va ligado con ser creadores, con escarbar, ser verticales como Juarroz: “Inventar un pajaro/para averiguar si existe el aire/o crear un mundo para ver si hay dios/o ponernos el sombrero para comprobar que existimos”.