La ciudad ha demostrado tener un avance en memoria del conflicto, espacio público, promoción a la lectura y diversificación en los espacios culturales en los últimos cuatro años. Sin embargo, desde el año pasado se logra ver un deterioro en cargos como la gerencia del metro, la dirección del teatro Pablo Tobón Uribe, la dirección de la fiesta del libro y la dirección del museo de la casa de la memoria. El 13 de febrero de 2017, después de cuatro años como director de la fiesta del libro y la cultura de la ciudad; Juan Diego Mejía renunció a dicho cargo dejando un vacío enorme en el sector cultural y la promoción de la lectura de la ciudad. Aunque las declaraciones oficiales desligan la decisión con discrepancias con la alcaldía, queda la pregunta de ¿Qué está haciendo la secretaría de cultura por mantener los proyectos de ciudad alejados de intereses políticos?
A esto se le suma que el lunes 20 de junio de 2016 se hizo oficial la renuncia de Claudia Restrepo a la gerencia del metro de Medellín, y no siendo menos, Sergio Restrepo estuvo por perder su lugar en la teatro Pablo Tobón Uribe por diferencias con la administración actual, en su mayoría, cargos modificados por intereses políticos que solo terminan por disponer de la conveniencia en una ciudad que necesita del trabajo desinteresado en pro de la ciudadanía. La actual alcaldía ha demostrado tener un interés particular por la opinión y la participación de los ciudadanos, específicamente en redes sociales. Pero por otro lado, el plan de seguridad y el desarrollo de la gestión cultural son dos sectores en medio de una decaída organizacional en el sector administrativo, que deja en entre dicho, la poca disposición de la alcaldía por mantener los procesos que han aportado por el avance ciudadano en una Medellín que está en retroceso administrativo.