ORIENTE
Y de repente el silencio
está frente al abismo como una flor.
El fuego con sus alas
abre la esclusa del deseo,
adentro,
en el paisaje ubicuo del mediodía.
Nadie pregunta por tu locura
junto al mar,
todos señalan tu rostro
con una luz amalgamada.
Serenidad podrías bautizar a la luna
ahora que la nostalgia cruza
y deja al azar un libro sin habla.
OCCIDENTE
En la cara opuesta,
luego de jugarse todo lo posible
que es lo que la memoria
puede encontrar.
Enhebrando una bella historia
entre el rencor y el amor.
Permitiendo la coronación
de su cuerpo heredado a la nada
que todo lo pudre.
Después de hallarse en el vacío.
Después de encontrar su milagro
en las entrañas
de una ciudad descompuesta,
escribe un poema.
NORTE
Es como si nacieras
en la respuesta
de un ánimo desorientado
que ahora se agiganta
en el nombre de las cosas.
Un sueño tatuado en la copa del tiempo
cumple las bodas con tu extrañeza.
Entonces una estrella,
-como un regalo- escribe la muerte.
Reconocerás la melancolía y su lugar querido,
la memoria de una fiesta para nadie.
SUR
Esta edad de olvido que te signa:
llamado a la brevedad
que parte a ignotos paisajes.
Este anuncio de tu figura:
abierta a la dulzura
-soledad-
cantas el pasado
como si de algo sirviera
descubrir los pájaros
que huyeron en la noche
y aseguran el poema
como único milagro.