Vigilar el poder, mapear el placer y habitar la ciudad

Sí madre:

eras tú

Mi padre nos visitó

esa tarde fría

Yo leía poemas

en la mesa del comedor

Mi padre

se tambaleaba

Ebrio

Me sonrió

y preguntó por ti

No supe decirle

Al salir

de una habitación

suspendida en el aire

lo viste extrañada:

¿qué hacía allí?

Llevaba más de

veinte años bajo tierra

Con un gesto inusitado

te abrazó por detrás

y se lanzó al vacío contigo

que caías y caías y caías

Erás tú

madre

quién murió

en mi sueño

Como ese dios tuyo

al que aún rezas

Como mi padre

que siempre te amó

Mas ahí estás como si nada

Y mirándote

mientras prendo un cigarrillo

te pregunto qué harás hoy

Entonces me dices:

vivir como siempre

hijo mío

Vivir

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Este poema está dedicado a mi madre, Miryam Restrepo Mejía, para sus 80 años que serán cumplidos el próximo 11 de noviembre de 2019.