Varios días me vi frágil en lo que iba a ser este camino, recorría el mundo como un completo vagabundo, me daba asco mirarme al espejo y no reconocer lo que debía ser antes de que mi corazón sufriera por ese desplante tuyo.
Envuelto en ideas y humos, me pongo a pensar del ¿porque te fuiste cuando estábamos en la cima del mundo? Me siento un completo inútil en lo absoluto porque me he perdido en ti sabiendo que pudimos haber superado el orgullo.
La mente se me pone rota y no quiero llorar, más bien quiero escapar entre sueños y poesía haber si te encuentro de la mejor forma para expresarte que mi vida sin ti no tuvo ese anhelado final. Sino que más bien cogió algo de fuerza y aquí vamos en ese rumbo hacia la libertad.
¿Quizás libertad de qué? Te preguntarás, lo tengo muy claro y es que ya no quiero volverme a emborrachar, verte en mis recuerdos y volver a llorar, fumar unos cuantos cigarrillos y sentir tu presencia al son del humo, porque así como cada cual tomo su rumbo; quiero también ser dueño de mi propio mundo.
Han pasado unos cuantos años, y vaya que fueron buenos recuerdos, tu tan hermosa y bueno, yo, simplemente un completo deshecho que quiso estar completo entre tus abrazos y besos y solamente fui ese mal recuerdo.
Andrés Vélez