Mira mis ojos cuando me detenga.
Espérame allí.
Tartamuda insensata,
Cúbrete de mis trampas.
He de abrir este cemento,
Tirado en la calle,
Con mis yemas calientes
Y tu botella intacta.
¿Ya no estás?
Porque aún guardo la rabia
Y los delirios por tus noches.
No me detengas que soy indeleble,
marchito, ausente.
Pero búscame que soy cobarde,
Tú ya sabrás donde encontrarnos.
Será en el mismo bar de aquellos besos
O en la mañana abstracta de tus deseos.
Media por mí, amor mío.
Que los días son vacíos
Y lo que anhelaba contigo
Jamas se topa con mi angustia.
Yorkeen