Briznas de rocío
en olvidada hierba.
Luis Fernando Macías
Todo tiene su savia:
la silla
la casa
la música
Tus pechos
¿Y esas hojas
que nadie cuenta?
¿Y la arena populosa
que nadie podría contar?
¿Y esas plantas
que son constelaciones
de plantas infinitas?
¿Y ese mar impredecible
que nos recibe cada noche?
Todo parece ser algo
y continuar
Seguir el paso
de tiempos errantes
Pero nosotros
—cuencos de angustia y vacío—
morimos en el acto