Vigilar el poder, mapear el placer y habitar la ciudad

Almar es encontrar caminos posibles para ser el maestro que siempre quisimos tener.

Trabajamos de forma especial el vínculo como principal herramienta de empatía, porque para construir hay que poder entender y aprender a cuidar al otro. Este mapa recoge las historias de nuestra niñez, un recorrido bonito por nuestras cuadras y por la memoria de hacer pedagogía desde la historia, desde aquello que contamos.

En una ciudad solo se puede ser feliz desde lo colectivo