Tengo recuerdos un poco borrosos de todo lo que he vivido, y he tenido sueños que quizás han acabado conmigo, pero hay cosas más duras en la vida y es dejar que otros se ocupen por ti mismo.
Es complicado creer que hemos crecido, y que la sociedad nos trata como completo desconocidos y no se ven ellos a la cara, pues no saben ni siquiera lo que han vivido.
Tengo muy poco en esto recorrido, pero he sufrido daños colaterales que jamás hubiera querido, y sólo me queda desgarrar mi alma en este sucio papel y volverlo un lienzo de mis crudezas que para mí son todo un paraíso.
Porque de cada cosa vivida, no me he arrepentido, no me esconderé como si fuera un niño, y ante tanta hipocresía del mundo, me queda sencilla y llanamente llenarme de fuerza no tanto por los otros sino por los daños y pensamientos que aún llevo conmigo.
Andrés Vélez