(Como todos)
Siempre estoy al borde
Al borde de ser nada
Al borde de ser todo
Y no hay una predilección en ello
Simplemente eternos brochazos grises que van haciendo el lienzo desordenado de nuestra vida
Algunos grises tan pálidos que angustian como una navaja que resulta muy cruel
Algunos grises tan oscuros que nos aterran como a los niños (que siempre seremos)
Niños en la absoluta oscuridad
No es el negro el que tapa los ojos, es el gris oscuro
Por esas cosas siempre te pediré que me “dejes” escribir