¿De qué tamaño es nuestro amor? ¿De qué tamaño es nuestro anhelo?
Algunos ya lo conquistaron, otros lo conquistan día a día, igual, la teoría es sobre el arte de invocar, conjurar, rezar, milagrar: hay que saber pedir, hay que saber lo que se quiere y hay que poderlo poner en palabras.
Las palabras son importantes para lo inexistente.
Que se pille mis revoluciones cotidianas
Que intuya mis más profundas angustias y se asome a ellas sin poner a desfilar mis demonios en un monologo
Que me recrimine no haber escrito el día anterior, pero nunca me presione a hacerlo
Que me acompañe a dormir pero nunca me mande a dormir
Llena de sí, con propio camino, pero mágicamente siempre con tiempo
Una de la que sea su vicio
Que no lleve cuentas pero quiera contar su historia
Que me deje solo 24 horas pero no me abandone
Que cree de todo, entre eso espacio y silencio
Una a la que le pueda rezar.