Sube la adrenalina en la guerra, la sangre se desliza lentamente por el silencio, mientras las balas transitan el aire a la velocidad del sonido impactando la carne con el fuego abrazador de la muerte.
Se corre como demente asía el todo, como si al otro lado del campo de batalla no existiera nada, es el camino menos incierto, quizás sea el último, o el…
De inicio de toda su vida, los lunares en su cuerpo se quedaron como esquirlas recordando vidas pasadas, la frialdad de un muerto se marcó en su rostro, como un tatuaje del color de la piel.
No le queda más que olvidar su pasado sin miedo a que el adversario lo valla a herir, y mirar algo más que la tierra donde el día anterior callo
Monruad.
Ufff buena conección entra ilustración y escrito. gracias.
que buen escrito, me gusto mucho <3