Vigilar el poder, mapear el placer y habitar la ciudad

Gracias a ti por ser una vendedora de humos. Gracias a ti volví a abrazar este misero estado de decepción, que tanto anhelaba, gracias por aventarme el humo de un desamor que pensé posible. Gracias a ti reviví la paradoja que todos intentamos ignorar, la hermosa paradoja del desamor.

EL N.N