La educación debe salir de las aulas, de nuestras casas. Debe llegar a nuestros jóvenes en las esquinas, en los parques, en las canchas y debe convertirse de manera eficiente, en una política de vida. Queremos motivar a seguir creando y compartiendo a partir de los espacios educativos, multiplicar aprendizajes y soñarnos con una ciudad para todos y todas.