DISCUSIONES DE ULTRATUMBA
Luego de una extensa noche de alegatos donde volaban platos y vasos de la nueva vajilla; entre ironías, lloriqueos y lamentaciones, ella le gritó:
— ¡Y ni creas que voy a dejar pasar el tiempo entre mis dedos! ¡Realizaré todos mis sueños antes de irme a la tumba!
— Buena idea —contestó él—. Yo, por lo pronto, me iré a morir un poco a la mía. Y recogiendo sus cobijas y la almohada, se fue para el sofá. Ella quebró su bastón con la fuerza ciega de la ira y se fue a gatas para el cuarto.
Al día siguiente, en el funeral, el esposo de la difunta lamentaba —entre llantos sordos— no haber dormido con ella esa noche.
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VACANTE
Luego de un breve interrogatorio, el entrevistador le dijo: solo lo queremos para que nos informe de algún tipo de acción en contra de la Institución. Al menor asomo de inconformidad, usted deberá decirnos inmediatamente de qué se trata y quiénes pretenden insubordinarse.
— Pensé que la vacante era para dirigir el observatorio de medios. ¡No que debía ser un espía!
— Ser espía es un muy buen trabajo. ¡Se lo aseguro!
Entonces el entrevistador abrió un cajón y sacó 30.000 dólares… espero que este adelanto sea una buena razón para aceptar, le dijo.
Pasados dos meses, todo el personal asistió al sepelio de quien llamaron: El Último Observador Lengua-larga. Y no faltó aquel que filmaba con una cámara diminuta desde su solapa.
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ACLARACIONES SOBRE SUPUESTOS
Tomasito termina de leer su poema y el crítico de la clase (que no falta), dice a viva voz queriendo ridiculizarlo: —“Como anillo al dedo”, es un lugar común. Y mira sonriente al profesor, que a su vez mira a Tomasito.
Este último recibe la censura, pero exclama jactancioso: —Eso depende de la aberración.
El profesor tose tratando de disuadir a los jóvenes púgiles, y dice: —Mañana seguimos, par de metáforas de carne y hueso.
Los demás asistentes al taller ni cuenta se dan, porque Facebook los tiene encoñados.