Medellín esta fracturada.
No se trata de la renuncia de funcionarios de Medellín, se trata de una Alcaldía comprometida con la vida.
Nosotros como ciudadanos, en nuestra colectividad, reclamamos una ciudad amorosa y nos comprometemos con la vida.
Hacemos parte de Nocopio, una campaña en la que una mayoría tenemos fracturada el alma, queremos defender la vida de todos y de cualquiera, el homicidio no puede ser una herramienta ni de los ciudadanos ni de la institucionalidad, si alguien incumple la ley debe ser penalizado pero no asesinado, porque se volverá un circulo vicioso donde siempre quedara un asesino.
La solución no es hacer “limpieza social”, no compartimos con quienes piden la muerte de los “malos” para tener una ciudad más “limpia”. También defendemos la vida del homicida, del ladrón, del infractor… y no porque creamos que están haciendo lo correcto, sino porque creemos que hay que eliminar el recurso del asesinato.
La paz debemos comenzarla desde nuestras palabras y acciones como ciudadanos y/o funcionarios de Medellín, no esperar que solo sea una firma en la habana.
Crees que me matas. Yo creo que te suicidas.
Antonio Porchia